El voluntariado es ahora “más espontáneo que formalista, más excepcional y menos cotidiano, más puntual y menos permanente, más diversificado y menos concentrado”, según ha expuesto el Ayuntamiento de Madrid dentro del programa de cursos de verano de la Universidad Complutense (UCM).

MADRID, 23 (EUROPA PRESS)

Así se ha expuesto en el curso sobre ‘La identidad del voluntariado’, que esta semana se ha celebrado promovido por la Fundación Voluntarios por Madrid, el Ayuntamiento y con la colaboración del Club de la Excelencia en Sostenibilidad, la Fundación Adecco y Orange.

Las exposiciones de los ponentes han girado en torno a cinco grandes ejes: la solidaridad, la participación, la ciudadanía, la educación y la organización del voluntariado, todo ello en marcos diferenciados, desde el ámbito territorial europeo al de los municipios, así como en diferentes ámbitos de acción, desde las organizaciones sociales hasta la empresa o la administración.

En la actualidad se constata la existencia de nuevos tipos y nuevas áreas de participación ciudadana, que no están directamente relacionadas con la atención a los más necesitados: voluntariado deportivo, voluntariado socio cultural, voluntariado socio sanitario, voluntariado educativo…

Estas nuevas formas de voluntariado se deben a diferentes motivaciones ya que, como ha expuesto el Ayuntamiento, no sólo es la solidaridad lo que mueve a los voluntarios sino también la satisfacción o la autorrealización.

También se ha hablado del futuro. La primera puede ser la diversidad y pluralidad del voluntariado, reflejo de una sociedad en permanente transformación, con intereses muy diversos y atendiendo, cada vez más, a una amplia variedad de motivaciones.

El segundo lugar, el voluntariado se ampliará o se reducirá en la medida en que en nuestra sociedad se extienda y afiance esa confianza que permite mayor cohesión y mejores oportunidades para la participación y la cooperación, porque representa una expectativa de reciprocidad y de igualdad y, por lo tanto, permite tener la certeza de que no se va a abusar de esa confianza.

El tercer rasgo se refiere a los agentes implicados en la promoción y canalización del voluntariado. Son cada vez más abundantes y variadas las instituciones y organizaciones que trabajan con voluntarios implicados en una gran variedad de proyectos. Organizaciones sociales, administraciones públicas, empresas, universidades, de mayor o menor tamaño, han modificado su percepción de la acción voluntaria y son conscientes de que pueden contribuir, desde su esfera de acción, al bienestar común.

El cuarto es la aparición de espacios cada vez más amplios para la acción voluntaria y la generación de iniciativas que transcienden el ámbito territorial nacional, como el Servicio de Voluntariado Europeo. Se plantean nuevas formas y modelos de voluntariado desde iniciativas nacionales que tienen su plasmación en actuaciones locales.

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